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Registro de autoridad

Sociedad Anónima Editora La Vanguardia S.A.

  • AR-SL-ISAAR-LV
  • Entidad colectiva
  • 1894 - actualidad

La creación de La Vanguardia desde el 7 de abril de 1894 buscaba dar a conocer las ideas del Partido Socialista e interpelar a los sectores medios y a las clases populares que se encontraban por fuera de las fábricas. Dos años después, 1896, tras el Congreso Constituyente se convirtió en el órgano oficial de prensa del partido recién creado: el Partido Socialista Obrero Argentino. La Vanguardia cambió su primer lema: el "Periódico Socialista Científico" por el de "Órgano Central del Partido Socialista Obrero".
Su contenido incluía ideas, acciones y propuestas del Partido y artículos sobre aspectos sociales y culturales. Debatió sobre la defensa de la educación laica, la reforma universitaria, e incorporó ilustraciones humorísticas a sus páginas. También sumó anuncios de médicos, abogados, profesores que ofrecían sus servicios, y propagandas poco compatibles con las ideas socialistas: Esso, Shell, Loma Negra, Bagley, Terrabusi, Nestlé, fueron algunas de las empresas que publicitaron permitiendo -junto con las suscripciones de lectores-, garantizar la continuidad del periódico.
La redacción y la administración funcionaban en la calle México 2070, la Casa del Pueblo del Partido Socialista. La publicación del diario fue, por momentos, semanal los días sábados otras veces, diarios. Sufrió censura, clausura, incendios y sus miembros fueron encarcelados. Sin embargo, se continúa editando hasta nuestros días
Durante la presidencia de Julio A Roca y en el marco de grandes huelgas obreras La Vanguardia tuvo su primera clausura. Le siguieron cinco más hasta 1905. En 1909, con motivo del asesinato del jefe de Policía, Ramón Falcón, y tras la furiosa represión a la manifestación obrera del 1º de mayo, fue nuevamente clausurado. Para el Centenario de la Revolución de Mayo, jóvenes nacionalistas incendiaron la imprenta de La Vanguardia.
Durante los gobiernos radicales el diario circuló con normalidad pese a las duras críticas que le dedicaban en sus páginas a Hipólito Irigoyen. Sin embargo, jamás apoyaron el golpe encabezado por el Gral. José F. Uriburu. Luego comenzó la Década Infame y debió interrumpir sus tareas.
En enero de 1945 volvió a salir como semanario, convirtiéndose en el medio más crítico del gobierno de Farrel, tarea que continuará con Juan Domingo Perón, a quien calificaban de fascista y demagogo. Perón les respondía que lo combatían porque les había restado "clientes". Y desde La Vanguardia retrucaban:
Hasta 1958 la circulación del periódico no tuvo demasiadas pausas, pero ese año el Partido Socialista sufrió una gran ruptura. Nacieron entonces el Partido Socialista Argentino (Alfredo Palacios, Alicia Moreau de Justo, José Luis Romero, entre otros) y el Partido Socialista Democrático (Nicolás Repetto, Juan A. Solari, entre otros). La Vanguardia quedó bajo el mando de Palacios y Moreau de Justo, militante feminista y esposa de Juan B. Justo, por el lado del Partido Socialista Argentino. Mientras que el Partido Socialista Democrático comenzó a editar el periódico Nuevas Bases, dirigido por Américo Ghioldi, acompañado por Repetto y Solari. En 2002 el Partido se volvió a unificar. Durante todo ese tiempo La Vanguardia acompañó los avatares de la historia.

Partido Socialista Democrático

  • AR-SL-ISAAR-PSD
  • Entidad colectiva
  • 1959-2002

El Partido Socialista Democrático (PSD), fundado por Américo Ghioldi, surgió en 1959 a partir de la crisis política en el Partido Socialista. Tras el golpe de Estado de 1955, el comité ejecutivo del PS se encontraba dividido en dos sectores. Por un lado se encontraba un sector renovador dirigido por Alicia Moreau de Justo y Alfredo Palacios que sostenía una línea crítica a la “Revolución Libertadora”. Por el otro, el grupo de ideas más liberales, encabezado por Americo Ghioldi y Nicolas Repetto, apoyó de forma abierta el golpe y las medidas de “desperonización”. Por esta razón, Ghioldi fue desplazado de la redacción del periodico partidario, La Vanguardia, que quedó bajo la dirección de Alicia Moreau de Justo. En respuesta el dirigente comenzó a editar un nuevo periodico, Afirmación, desde el cual sostenía sus posturas. Esto ocasionó una profundización del cisma y la crisis estalló en julio de 1958 durante el XLIV Congreso del PS. Los representantes ghioldistas fueron expulsados del congreso y se efectuó la ruptura. Pronto comenzaron las disputas legales entre los dos partidos que levantaban la herencia socialista: El Partido Socialista Argentino –después Partido Socialista Popular– y el Partido Socialista Democrático de Ghioldi. La fundación del PSD profundizó su política liberal, antiperonista y anticomunista manifestada en su apoyo y colaboración con las diversas dictaduras.
Apoyado por la Federación Socialista de la Capital y la Federación Socialista Bonaerense, el PSD rápidamente logró reagruparse y mantener una importante influencia en toda la provincia de Buenos Aires. La proscripción del peronismo resultó en un relativo aumento del caudal de votos lo que posibilitó que, entre 1958 y 1966, el PSD tuviese representación parlamentaria a nivel provincial y nacional. Asimismo, las victorias de Teodoro Bronzini y Jorge Lombardo en las elecciones por la intendencia de Mar del Plata consolidaron a esa ciudad como uno de los bastiones más importantes del socialismo democrático hasta 1966. Si bien el peso del PSD mermó con la agudización de los conflictos sociales durante la “Revolución Argentina”, mantuvieron cierto apoyo que permitió conquistar la intendencia en el Partido de General Pueyrredón en 1973 hasta poco después del golpe de Estado de 1976. Durante el gobierno llamado Período de Reorganización Nacional Ghioldi ejerció como embajador en Portugal y, en 1981, el PSD consiguió recuperar la intendencia de General Pueyrredón. A lo largo del período mantuvo una estructura organizada de centros políticos y culturales que sirvió de base para los proyectos socialistas posteriores.
Para las elecciones de 1983 el PSD optó por participar con el Partido Demócrata Progresista en el frente Alianza Demócrata Socialista con un moderado éxito. De esta forma, la década de 1980 estuvo marcada por el acercamiento entre los socialismos para superar la dispersión. El PSD, ahora bajo el liderazgo de Alfredo Bravo en Buenos Aires, y el Partido Socialista Popular (PSP) creado en 1972 y para este entonces ya había conquistado varias intendencias en Rosario, propusieron una reunificación partidaria que se llevó a cabo en 1989: la Unidad Socialista. A través de este frente, los socialismos integraron el Frente País Solidario (FREPASO), en 1995, y La Alianza que llegaría al poder en 1999. La crisis y protestas del año 2001 impulsaron un distanciamiento con la figura del presidente Fernando De la Rúa y un acercamiento a la coalición Afirmación para una República Igualitaria (ARI). Finalmente estas experiencias en común y la importante organización que mantuvieron en Buenos Aires y Santa Fe fueron la piedra angular para la refundación del Partido Socialista en 2002 dándose así la disolución del Partido Socialista Democrático.

Sociedad Luz. Universidad Popular

  • AR-SL-ISAAR-SL
  • Entidad colectiva
  • 1896-

La Sociedad Luz Universidad Popular (SL) es una asociación cultural creada el 29 de abril de 1899 por integrantes del Partido Socialista argentino, en la Ciudad de Buenos Aires. La iniciativa partió de Mauricio Kliman, inmigrante ruso y estudiante de ingeniería, y se enmarcó en los esfuerzos socialistas por promover la enseñanza científica entre los sectores populares.
El proyecto contó con el apoyo de líderes socialistas tales como Juan B. Justo y Ángel Mariano Giménez. Las primeras actividades de la institución tuvieron lugar en el local del Partido Socialista de la calle México al 2060 y, posteriormente, en el entrepiso de la cooperativa El Hogar Obrero. Finalmente, en 1922, la Sociedad Luz logró establecer su propia sede en la calle Suárez 1301, donde se mantiene en la actualidad.
En la SL se dictaron numerosos talleres y cursos que tenían por objetivo difundir conocimientos científicos, prácticos e higienistas entre el proletariado argentino. Gran parte de estas actividades estaban a cargo de personalidades importantes del socialismo tales como Enrique Dickman, Enrique del Valle Iberlucea, Elvira Rawson de Dellepiane, Mauricio Klimann, Nicolás Repetto, Fenia Chertkoff y Alicia Moreau de Justo, entre otros. En consonancia con la política cultural socialista, Ángel M. Giménez, en calidad de presidente de la Sociedad Luz, promovió la creación de una Biblioteca Popular al interior de la institución a partir de la donación de sus bienes personales.
Asimismo, en 1913, se fundó el Recreo Infantil de la Sociedad Luz que consistía en una serie de talleres y actividades para niños, que ofrecían entretenimiento e instrucción.
La entidad se constituyó como la primera Universidad Popular ofreciendo cursos de diversas disciplinas tales como historia, psicología, medicina, enseñanza oficial de idiomas, talleres de oficios y conferencias dedicadas a temáticas de interés para el socialismo argentino tales como la profilaxis, el alcoholismo y la cooperación. Asimismo la SL dictó cursos en varios centros socialistas, sindicatos, bibliotecas barriales y asociaciones de socorros mutuos. Con más de 4000 conferencias dictadas, la SL se consolidó como la principal institución cultural del socialismo junto con la Biblioteca Obrera y el Ateneo Cultural.
Los cursos de formación eran acompañados por proyecciones cinematográficas y por una destacada producción editorial, que hacia la década del 1930 contaba con alrededor de 250 publicaciones, entre folletos y libros.
A mediados de la década de 1970, la SL firmó un convenio con El Hogar Obrero que posibilitó el intercambio de servicios con el Instituto de Educación Cooperativa (IEC). A través de este convenio, El Hogar Obrero se comprometía a brindar asistencia económica a la SL para el pago de bibliotecarios y profesores.
En la década de 1980 apareció el primer número del periódico “El Barrio” una iniciativa editorial de la Sociedad Luz. En la publicación tenían lugar notas sobre la historia, personajes, instituciones y expresiones culturales de los barrios de La Boca y Barracas.
A mediados de 2002, se propuso la creación de un profesorado. En enero de 2003, se aprobó el plan de estudios y se autorizó la matriculación de alumnos. Fue así que inició sus actividades el Instituto Alfredo L. Palacios, que actualmente alberga las actividades de los profesorados de Historia y Geografía.

En 2020 la SL firmó un convenio con la Universidad General Sarmiento que permite coordinar actividades entre ambas instituciones. Asimismo, aquel mismo año la institución brindó sus instalaciones para el programa educativo “Jornada extendida”, impulsado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En 2021 la SL fue sede del Festival de Cine de Barracas. Esta actividad fue la culminación de una serie de tratativas con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales que posibilitaron el regreso de la actividad cinematográfica a la institución que supo darle difusión en las primeras décadas del siglo XX.
A lo largo de los años y hasta la actualidad, la Sociedad Luz fue un foco de actividad cultural y política en los barrios de Barracas y La Boca En la actualidad, la biblioteca Ángel Giménez dispone de un gran volumen de libros para la consulta pública y mantiene la realización de una variedad de talleres y actividades culturales

Cooperativa Obrera Ltda. de Consumo y Vivienda

  • AR–CObre-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 31/10/1920 - actualidad

En respuesta a un nuevo aumento del precio del pan por parte de los industriales panaderos de Bahía Blanca, el 1º de agosto de 1920 un grupo vecinos de Bahía Blanca formó la “Comisión de estudios pro-fundación de la Cooperativa Molinera, Panadera y Anexos”. Muchos de ellos eran trabajadores de los talleres del Ferrocarril Bahía Blanca Noroeste. Los trabajadores Juan Apella y Victor Maronna fueron los impulsores de estos primeros intentos de organización.

De un comité de propaganda presidido por Maronna a principios de octubre de ese mismo año, más de cincuenta personas cotizaron el peso de cuota de ingreso que los convertía en asociados fundadores de la cooperativa. Este comité llamó a una Asamblea Constitutiva, que ser realizaría el domingo 31 de octubre de 1920 en el local del Centro Israelita.

El 31 de octubre quedó entonces constituida la cooperativa, que tendría la finalidad de adquirir trigo, molerlo, panificarlo, elaborar sus derivados y hacer consumir sus productos a los asociados, sin fines de lucro. El 21 de noviembre de 1920 fue bautizada con el nombre de “Sociedad Cooperativa Obrera Limitada (Molinera, Panadera y Anexos)” (CO).

Después de debatir sobre la posibilidad de alquilar o comprar una panadería en funcionamiento, el 14 de agosto de 1921 se resolvió producir el pan en un edificio construido especialmente y apto para su ampliación. El edificio, con su correspondiente horno se terminó de construir a mediados de marzo de 1922; luego de instalar una amasadora y sobadora SIAM, la cooperativa estaba en condiciones de iniciar la producción de pan.

El 1° de mayo de 1922 la panificadora construida por la Cooperativa Obrera producía sus primeros kilos de pan, demostrando que se podían vender a 23 centavos, por debajo del precio al que se podía encontrar en otras panaderías de la ciudad. Así fue que la cooperativa comenzó con su función de reguladora de precios o empresa testigo en el mercado bahiense.

Desde ese momento, tres jardineras (con el tiempo se sumarían varias más y su tránsito sería una escena cotidiana en la ciudad de Bahía Blanca) recorrerían a diario la ciudad, distribuyendo el pan en los hogares de los asociados. Luego de extender su recorrido hasta Puerto Galván y Aldea Romana, al año siguiente se instrumentó el servicio en Ingeniero White como forma de conseguir más asociados en esa localidad y en Villa Rosas. Las jardineras dejaron de circular por Bahía Blanca en agosto de 1965; paulatinamente fueron reemplazadas al abrirse veinte “eslabones”, pequeños despachos de pan diseminados por la ciudad y atendidos mediante un sistema de concesión a asociados seleccionados.

A partir de las gestiones del diputado provincial Agustín de Arrieta, la Cooperativa Obrera obtuvo su personería jurídica por decreto del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires de fecha 7 de marzo de 1923.

La cooperativa fue objeto de campañas de difamación –la más recordada fue una publicación anónima titulada “El Viejo Vizcacha”, que refería a supuestos desfalcos de la entidad, al aprovisionamiento inadecuado, la explotación de los trabajadores y una desfavorable situación financiera–. La Cooperativa Obrera Limitada enfrentó estas campañas creando su propio órgano de prensa y también con la elaboración de un boletín oficial, llamado “La Cooperación” (lanzado en marzo de 1923), que buscaba poner a los asociados en relación directa con el Directorio y con el rumbo de la organización, difundiendo simultáneamente la doctrina cooperativa –un antecedente de lo que hoy es su revista mensual “Familia Cooperativa”–. En la revista también aparecieron propuestas de los asociados con respecto a emprendimientos en los que debía incursionar la cooperativa, tales como la venta de leña y de sal o la compra de un molino harinero (propuestas postergadas hasta que se fortaleciera la situación financiera).

Con la sanción de la Ley Nacional N° 11.380 de 1926, el cooperativismo se benefició con el sistema de créditos especiales del Banco de la Nación Argentina y del Banco Hipotecario, así como con la exención de los impuestos nacionales de papel sellado y timbrado (para gastos de constitución, reconocimiento, registro y funcionamiento) y de las contribuciones sobre el valor de los edificios e instalaciones y de patentes.

En el marco del “Régimen Legal de las Sociedades Cooperativas” la Cooperativa Obrera se inscribió en el registro nacional de sociedades cooperativas -registro que actualmente es responsabilidad del INAES- el 13 de septiembre de 1929, con la matrícula N° 14871 .

En su segundo quinquenio (1925-1930), la Cooperativa logró estabilizarse. El paso más trascendente de esta etapa –que marcaría el destino de la Cooperativa Obrera– fue la extensión de las actividades a los ramos de venta de artículos de consumo, diversificación que la llevaría a ajustarse a la forma estandarizada del cooperativismo de consumo.

En la asamblea del 23 de septiembre de 1928 se reformaron los estatutos para posibilitar la creación de un sistema de caja de ahorros –estrategia financiera que había permitido un sustantivo crecimiento de la cooperativa El Hogar Obrero–; de allí en más, la Caja de Ahorros de Asociados se constituiría en uno de los pilares del financiamiento de “La Obrera”. Reunido el capital necesario, la cooperativa adquirió tres terrenos para la instalación de un almacén.

El 1° de mayo de 1932 se inauguró la sección almacén que rápidamente se amplió para convertirse en la actividad más importante de la cooperativa. Para fines de la década del treinta, una vez conseguida una posición financiera sólida, la Cooperativa Obrera inició su estrategia de expansión en Bahía Blanca. En 1937 anexó a la Cooperativa de Consumidores de Ingeniero White, que se eclipsaba con el estancamiento económico de la localidad portuaria, inaugurando así su Sucursal N° 1 en la ciudad sur del partido.

En octubre de 1942 se instaló un moderno horno de dos cámaras de cocción continua, habilitando simultáneamente nuevos locales para fideería y elaboración de masas y repostería.

La etapa de expansión se consolidó con el alquiler del Almacén Inglés, el más importante de los almacenes privados, ubicado en pleno centro de la ciudad de Bahía Blanca. Este local pasó llamarse la “Casa Central” y quedó inaugurado oficialmente el 24 de setiembre de 1949.

Los años cincuenta fueron una etapa difícil para la Cooperativa Obrera. La inflación, la nueva legislación laboral, la aparición del mercado negro frente a los problemas de escasez y la decisión gubernamental de suprimir la exención del impuesto a las ventas que beneficiaba a las entidades cooperativas complicó considerablemente su situación.

La situación adversa fue superada cuando en 1955 la Cooperativa Obrera incorporó a la Cooperativa Ferroviaria. Esta anexión le permitió aumentar su volumen de ventas, disminuir el peso de los gastos generales e incrementar su patrimonio.

A mediados de los años 60, tras el envío de delegaciones encargadas de estudiar el sistema de autoservicio implementado por El Hogar Obrero, la Cooperativa Obrera optó por introducir tal modalidad en Bahía Blanca. El cambio más importante en esta década fue la transformación de la “Casa Central” en el primer supermercado con autoservicio del sur argentino. Fue inaugurado el 31 de octubre de 1965, al cumplirse 45 años de la fundación de la cooperativa.

A partir de ese momento, la cooperativa fue introduciendo progresivamente el sistema de autoservicio en las sucursales de Ingeniero White, Barrio Almafuerte, Villa Mitre y Noroeste.

En el año 1968 se incorporaron la Cooperativa Eléctrica Bahiense y la de Consumo y Vivienda Limitada entre el personal de Metalúrgica Bahía Blanca, fortaleciéndose tanto el patrimonio económico como el padrón societario.

En los primeros años de la década del setenta se elaboró un “Plan de Desarrollo” que, en una primera etapa, involucró la remodelación de la Casa Central y convirtió el resto de las sucursales al sistema de autoservicio, mejorando su infraestructura. En la segunda fase del plan, se concretó con la instalación de modernos supermercados de gran superficie, ubicados en lugares estratégicos de la ciudad y en localidades vecinas.

La situación económica del país estaba signada por la inestabilidad y por agudos picos de inflación. A la fijación de precios, desabastecimiento y caída del poder adquisitivo de los consumidores, se sumó una ofensiva anticooperativista iniciada por el gobierno constitucional a fines del año 1975 y profundizada por la dictadura cívico militar desde 1976, que eliminó la mayor parte de las exenciones impositivas con que el movimiento contaba desde hacía más de cincuenta años

Durante la década del ochenta la cooperativa continuó aumentando su número de sucursales a nivel regional incursionó en un nuevo sistemas de ventas al establecer un supermercado mayorista para abastecer tanto a los pequeños comerciantes y como a los consumidores finales.

Durante el proceso hiperinflacionario de fines de los ochenta, mientras que los canales habituales de comercialización estaban virtualmente rotos, la Cooperativa Obrera garantizó el normal abastecimiento de Bahía Blanca y toda su zona de influencia.

Superado el traumático proceso hiperinflacionario de fines de los ochenta, la cooperativa ingresaba en una década donde el mundo ya no era el mismo.

A fines de la década del 90, la Cooperativa Obrera debió hacer frente a la competencia de dos cadenas internacionales que se instalaron en Bahía Blanca.

A partir del año 2000 la Cooperativa Obrera inició un proceso de expansión fuera de Bahía Blanca que continúa en la actualidad.

[Tomado de los textos de Mario Raccanello especificados en el área de control]

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