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Registro de autoridad

Instituto Lomas de Zamora Cooperativa Limitada de Enseñanza

  • AR-ILZCE
  • Entidad colectiva
  • Fundación 9 de marzo de 1953. La cooperativa se encuentra activa en la actualidad desde esa fecha.

En 1941 se crea el Instituto Lomas de Zamora como colegio privado.
Hasta 1950 sólo funcionaron los turnos diurnos -Comercial (de mañana) y Bachillerato (por la tarde)-, agregándose en ese año el Bachillerato Nocturno, para dar oportunidad de capacitación secundaria, fundamentalmente, a los trabajadores.
Pocos años después, un grupo importante de docentes, no conformes con el encuadramiento privado tradicional de la institución, deciden iniciar campañas de esclarecimiento que culminarían en la cooperativización del Establecimiento.
Para lograr el objetivo mencionado, cobró impulso la creación del Centro de Profesores, los cuales iniciaron una titánica labor de propaganda en pos de la consecución de la primera Cooperativa de enseñanza del país. Este centro de profesores se autoconvocó en Asamblea en el mismo local del Instituto, el 30 de diciembre de 1952.
Ese día, la Asamblea fue presidida por la profesora Elsa Steinberg, siendo acompañada en la función de secretaria por la profesora María Celestina Genovese.
Aún antes de efectivizar la constitución formal de la Cooperativa, se aprobó el Estatuto. Se formaliza la adquisición del Instituto a su anterior propietario, conforme a la reglamentación de comercio vigente.
El 9 de marzo de 1953 se constituye la cooperativa.
En los años subsiguientes es justicia destacar la labor cumplida por el profesor Raúl Aragón presidiendo el Consejo de Administración. Recién el 29 de junio de 1954, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires le concede a la Cooperativa la pertinente Personería Jurídica.
Poco tiempo después -10 de noviembre de 1954- ante las dificultades y la incomprensión que suelen tener este tipo de asociaciones en un medio donde los principios solidarios fueron, y son, cada vez mas escasos, se resuelve ingresar a ACTRA (Asociación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina).
En diciembre de 1954 le son reconocidos los estudios cursados a la primera promoción de 5° año de la sección nocturna, aunque no le fue concedida la adscripción en la Dirección General de Enseñanza Secundaria. Ya para marzo de 1955 fueron reconocidos todos los cursos que integraban el Instituto, pero ahora el problema era interno, no había espacio físico para el normal funcionamiento. Con el esfuerzo de toda la comunidad educativa se construyó un aula prefabricada de 32 m2, de madera con techo de zinc.
En julio de 1955 renunció el Ministro de Educación Dr. Méndez San Martín, quien había autorizado los aportes estatales a la enseñanza privada, contraviniendo la ley de Presupuesto 1955/56. La Contaduría General de la Nación objetó la resolución ministerial hasta la nueva reglamentación de la enseñanza privada. Ante la incertidumbre planteada por no saber si los institutos privados se oficializarían o se eliminarían, los organismos sindicales de docencia privada se lanzaron a la huelga en un clima nada favorable.
Las autoridades surgidas del golpe militar de setiembre de 1955 resolvieron el problema creado en forma favorable para la educación privada -como era esperable suponer-. El 21 de octubre de 1955 el Ministerio de Educación resolvió hacerse cargo de los aportes estatales para la Enseñanza privada.
De todos modos, el Instituto Lomas de Zamora continuaba siendo un "paria" dentro del sistema privado. Existían cursos a los cuales no les eran reconocidos los aportes estatales y profesores, ayudantes de gabinete, no percibían su merecida retribución laboral. Para paliar la situación, los profesores aportaron voluntariamente $ 5 por hora cátedra y un 10% de sus sueldos.
En abril de 1956 el Sr. Roberto Dighero, miembro del Consejo de Administración, asumió a su cargo la construcción de un local al lado de la Dirección, destinado a la futura Secretaría.
Por esos días se decidió la apertura de un nuevo primer año en la sección nacional diurna, condicionado a la colaboración de los padres de los alumnos. Unas 45 familias aportaron trabajo y dinero en un marco fraternal, propio del espíritu que siempre primó en nuestra Cooperativa.
Ya en noviembre de 1956, la situación financiera se torna un tanto más desahogada, al llegar los fondos adeudados por Enseñanza Privada. Se resolvió adquirir el terreno colindante, comprometiéndose en el cumplimiento de dicho objetivo: asociaciones de alumnos, ex-alumnos, padres y el aporte efectivo extraído del sueldo de los profesores (10 %) -compromiso social conocido y recurrente hasta nuestros días-.
En mayo de 1957 asume el tercer presidente del Consejo de Administración, el prolífico Dr. Enrique Coll. El anhelo del terreno colindante se transformó en realidad cuando en febrero de 1958 se escrituró. En abril de 1958 el Gobierno de la provincia de Buenos Aires da el puntapié inicial con la cesión de un pequeño subsidio para la construcción del nuevo edificio. Pero lo que aún hoy continúa, con el mismo afán constructivo, siendo el verdadero protagonista de la obra que contemplamos es la voluntad, el sacrificio, el compromiso de la salud y los desvelos de los cooperativistas con la colaboración de la comunidad.
El 6 de julio de 1958, se produjo el acontecimiento más trascendente en la vida de la Cooperativa: se colocó la piedra fundamental del nuevo edificio. Tan magno suceso fue engalanado con la presencia del Sr. Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dr. Oscar Alende -además, vecino de la localidad de Banfield-.
En mayo de 1959 se fundó en el Instituto Estrada la Federación Argentina de Enseñanza Gratuita, que integraron el Instituto Lomas de Zamora, el Instituto Estrada, el Instituto Banfield y el Instituto Vocacional Argentino
Hacia 1960, la vorágine constructora se apoderó de la Cooperativa.
Una vez aprobado el crédito del Banco Provincia de Buenos Aires, inmediatamente, para solventar las cuotas, salieron a la venta los bonos donación, cuyo primer premio ofrecía, nada menos, que un automóvil Isard T 700.
En julio de 1960, se adjudicó -por licitación- la construcción de la estructura de hormigón del primer sector del edifico. Asimismo se construyó un patio en el sector lateral sur para facilitar el acceso desde la puerta de entrada hasta las aulas prefabricadas.
Los prestadores de los avales crediticios son agasajados en un acto de honor, al cual asiste el Subsecretario de Educación de la provincia de Buenos Aires.
En noviembre de 1960, el Consejo de Administración -por unanimidad- designó a la profesora Elsa Steinberg como Rectora del Instituto Lomas de Zamora.
Los apremios económicos resultantes de la inversión en la obra en construcción, aconsejan solicitar un subsidio del Presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. Atendiendo al mismo interés, los padres de los alumnos decidieron reorganizar la Comisión Directiva de la Asociación Cooperadora a fin de acercar recursos para la financiación del nuevo edificio.
Por otra parte, una nueva ley considera a los establecimientos de Enseñanza Privada como unidades administrativas técnico-docentes de gestión propia. En medio de la incomprensión continúa la lucha por la cuasi-gratuidad de la enseñanza en el particular marco del cooperativismo, dentro de otras instituciones de la vida privada que no comparten la filosofía educativa del instituto.
En septiembre de 1963 se inaugura el tercer cuerpo. El entusiasmo constructor no decae a pesar de las vicisitudes de los tiempos, tanto que ya se había procedido a solicitar presupuesto para concretar el cuarto y último cuerpo del edificio.
Al 31 de diciembre de 1963 el Instituto Lomas de Zamora contaba con noventa y siete asociados y veinticinco divisiones en sus tres turnos, dos de las cuales no contaban con aporte estatal, por lo cual los fondos necesarios eran solventados por la misma Cooperativa.
En 1964, se dejan sentadas las bases de hormigón armado del cuarto y último cuerpo, pero también tuvo lugar la revisión del plano del mismo y se modificaron e incorporaron determinadas cuestiones como la amplitud del pasillo, el aspecto del frente del edificio, la ampliación de la escalera y la realización de un patio cubierto.
En agosto de 1965 la S.N.E.P. (Superintendencia Nacional de Educación Privada) califica al Instituto Lomas de Zamora con un reconocimiento del 70 % del aporte estatal. Con el apoyo de AREPRA (Asociación de Rectores de Educación Privada de la República Argentina) se pide la revisión de la medida. Se presenta un recurso jerárquico ante el Ministerio de Educación por la reducción del aporte.
En diciembre un crédito del Banco Provincia de Buenos Aires vino a aliviar la situación.
Llegaron los aportes de dos cursos del nacional diurno pero sólo en un 70%. A esas alturas la cooperadora sugiere al Consejo de Administración el cobro de una matrícula anual de inscripción.
El 10 de marzo de 1966, ante la peor crisis económico-financiera de la institución asume la presidencia del Consejo el Sr. Roberto Dighero.
La cooperadora asistió con un préstamo a la estructura funcional del colegio para abonar parte de los sueldos, puesto que la percepción del aporte estatal registraba un atraso de cinco meses.
En julio de 1969 se abre un capítulo muy importante en la historia del Instituto Lomas, al ingresar el profesor Héctor D. Marrese como miembro titular del Consejo de Administración. Marrese le imprimirá una dinámica muy particular a la marcha de la Cooperativa con profunda dedicación y un claro objetivo: el engrandecimiento de la institución.
En agosto de 1969 se toma conocimiento del rechazo del recurso judicial. Estando la asociación cooperadora inscrita en el Registro de entidades de bien público, se solicita a la Municipalidad el aprovisionamiento de cemento, arena y cal para revocar el salón. Esta vez se obtiene resultado positivo. La preocupación fundamental continúa siendo el rechazo del recurso jerárquico, puesto que de hecho estaba en juego la pervivencia de la Cooperativa. Con ese fin se reunió otra Asamblea Extraordinaria el 23 de noviembre de 1969, que tomó la decisión de iniciar acciones judiciales en defensa del 100% de aporte estatal.
La desconsideración y los planteos burocráticos por parte de las, hasta ese momento, autoridades educativas nacionales, llegaron a su punto máximo cuando el Departamento económico financiero de SNEP suspendió el aporte estatal hasta que se regularizara la rendición de cuentas. El Consejo de Administración elevó una solicitud de reconsideración hasta que la justicia resolviera sobre la procedencia de la reducción del aporte. El argumento presentado fue claro, transparente y comprobable: el Instituto Lomas de Zamora continuaba siendo gratuito, no cobraba aranceles, ni hacía de la enseñanza un medio de lucro, careciendo de los recursos para afrontar la situación.
El 20 de febrero de 1970, ante la falta de respuesta oficial se resolvió tomar una drástica determinación: se pidió una moratoria de setenta y dos meses a la Caja de Previsión -de donde provenía el principal endeudamiento-. De esta manera, asumiendo la deuda, se evitaba la interrupción del aporte estatal.
El pedido de moratorio a la Caja de Previsión fue denegado y el recurso de amparo por el 100% de aporte estatal fue rechazado. No quedaba otra alternativa de procurar algún mecanismo autogestionario y se echó mano, tras un acuerdo con la cooperadora, a la emisión de un bono donación voluntario.
En junio de 1970 se inició juicio a SNEP por el 100% de aporte
A comienzos de 1972 es rechazado por la Cámara Federal de Apelaciones el recurso presentado por el reconocimiento del 100 % de aporte estatal. Dicha resolución confirma la sentencia del Juez de Primera Instancia. La justicia del reclamo llevan al mismo a una tozudez descomunal: se reinician actuaciones ante la Corte Suprema.
Por Ordenanza Municipal fechada en noviembre de 1974 se eximió al Instituto Lomas del pago de las tasas por Alumbrado, Barrido y Limpieza desde el año 1958, hasta diciembre de 1974, debido a su organización en cooperativa gratuita de enseñanza.
En diciembre de 1974 se solicitó un subsidio a la Municipalidad de Lomas de Zamora. Se decidió un descuento de emergencia a los cooperativistas del 20% como donación para asistir a los numerosos gastos de la Cooperativa.
A principios de 1975 la Municipalidad de Lomas de Zamora accedió al pedido y otorgó un subsidio para continuar las obras en el salón de actos, la biblioteca y otras dependencias.
En abril de 1975, la Corte Suprema de Justicia se expide negativamente al pedido de reconocimiento del 100 % de aporte estatal; aunque hay que aclarar que dicho fallo dividido fue con la disidencia de los Doctores Bercaitz y Díaz Bialet (recordemos que la Corte, en ese entonces, contaba con cinco miembros).
En el mes de mayo de 1976, y luego de doce años de lucha ininterrumpida -que ya parecía infructuosa- se consigue el reconocimiento tantas veces postergado: a partir del 14 de marzo de 1977 la subvención estatal vuelve a ser del 100 %.
La implementación de la Ley Federal de Educación en el territorio de la provincia de Buenos Aires determinó la necesidad y la adecuación de la oferta educativa -tratando de no resentir la calidad, como se pudo comprobar en la mayoría de las instituciones- y llevó a la Institución a solicitar a partir del año 1997 la apertura del Bachillerato de Adultos (Res.6321/95), de tres años de duración en la sección nocturna, el cual también sería orientado hacia el Turno Tarde, cubriendo una franja laboral muy difícil de encontrar en la oferta del medio que nos contiene.

Fuente: Daniel Chiarenza - http://unacooperativa.blogspot.com/2006/04/historia-del-instituto-lomas-de-zamora.html#:~:text=A%C3%B1o%201941.&text=Es%20all%C3%AD%2C%20en%20ese%20punto,a%20la%20creciente%20demanda%20educativa.

Cooperativa Obrera Ltda. de Consumo y Vivienda

  • AR–CObre-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 31/10/1920 - actualidad

En respuesta a un nuevo aumento del precio del pan por parte de los industriales panaderos de Bahía Blanca, el 1º de agosto de 1920 un grupo vecinos de Bahía Blanca formó la “Comisión de estudios pro-fundación de la Cooperativa Molinera, Panadera y Anexos”. Muchos de ellos eran trabajadores de los talleres del Ferrocarril Bahía Blanca Noroeste. Los trabajadores Juan Apella y Victor Maronna fueron los impulsores de estos primeros intentos de organización.

De un comité de propaganda presidido por Maronna a principios de octubre de ese mismo año, más de cincuenta personas cotizaron el peso de cuota de ingreso que los convertía en asociados fundadores de la cooperativa. Este comité llamó a una Asamblea Constitutiva, que ser realizaría el domingo 31 de octubre de 1920 en el local del Centro Israelita.

El 31 de octubre quedó entonces constituida la cooperativa, que tendría la finalidad de adquirir trigo, molerlo, panificarlo, elaborar sus derivados y hacer consumir sus productos a los asociados, sin fines de lucro. El 21 de noviembre de 1920 fue bautizada con el nombre de “Sociedad Cooperativa Obrera Limitada (Molinera, Panadera y Anexos)” (CO).

Después de debatir sobre la posibilidad de alquilar o comprar una panadería en funcionamiento, el 14 de agosto de 1921 se resolvió producir el pan en un edificio construido especialmente y apto para su ampliación. El edificio, con su correspondiente horno se terminó de construir a mediados de marzo de 1922; luego de instalar una amasadora y sobadora SIAM, la cooperativa estaba en condiciones de iniciar la producción de pan.

El 1° de mayo de 1922 la panificadora construida por la Cooperativa Obrera producía sus primeros kilos de pan, demostrando que se podían vender a 23 centavos, por debajo del precio al que se podía encontrar en otras panaderías de la ciudad. Así fue que la cooperativa comenzó con su función de reguladora de precios o empresa testigo en el mercado bahiense.

Desde ese momento, tres jardineras (con el tiempo se sumarían varias más y su tránsito sería una escena cotidiana en la ciudad de Bahía Blanca) recorrerían a diario la ciudad, distribuyendo el pan en los hogares de los asociados. Luego de extender su recorrido hasta Puerto Galván y Aldea Romana, al año siguiente se instrumentó el servicio en Ingeniero White como forma de conseguir más asociados en esa localidad y en Villa Rosas. Las jardineras dejaron de circular por Bahía Blanca en agosto de 1965; paulatinamente fueron reemplazadas al abrirse veinte “eslabones”, pequeños despachos de pan diseminados por la ciudad y atendidos mediante un sistema de concesión a asociados seleccionados.

A partir de las gestiones del diputado provincial Agustín de Arrieta, la Cooperativa Obrera obtuvo su personería jurídica por decreto del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires de fecha 7 de marzo de 1923.

La cooperativa fue objeto de campañas de difamación –la más recordada fue una publicación anónima titulada “El Viejo Vizcacha”, que refería a supuestos desfalcos de la entidad, al aprovisionamiento inadecuado, la explotación de los trabajadores y una desfavorable situación financiera–. La Cooperativa Obrera Limitada enfrentó estas campañas creando su propio órgano de prensa y también con la elaboración de un boletín oficial, llamado “La Cooperación” (lanzado en marzo de 1923), que buscaba poner a los asociados en relación directa con el Directorio y con el rumbo de la organización, difundiendo simultáneamente la doctrina cooperativa –un antecedente de lo que hoy es su revista mensual “Familia Cooperativa”–. En la revista también aparecieron propuestas de los asociados con respecto a emprendimientos en los que debía incursionar la cooperativa, tales como la venta de leña y de sal o la compra de un molino harinero (propuestas postergadas hasta que se fortaleciera la situación financiera).

Con la sanción de la Ley Nacional N° 11.380 de 1926, el cooperativismo se benefició con el sistema de créditos especiales del Banco de la Nación Argentina y del Banco Hipotecario, así como con la exención de los impuestos nacionales de papel sellado y timbrado (para gastos de constitución, reconocimiento, registro y funcionamiento) y de las contribuciones sobre el valor de los edificios e instalaciones y de patentes.

En el marco del “Régimen Legal de las Sociedades Cooperativas” la Cooperativa Obrera se inscribió en el registro nacional de sociedades cooperativas -registro que actualmente es responsabilidad del INAES- el 13 de septiembre de 1929, con la matrícula N° 14871 .

En su segundo quinquenio (1925-1930), la Cooperativa logró estabilizarse. El paso más trascendente de esta etapa –que marcaría el destino de la Cooperativa Obrera– fue la extensión de las actividades a los ramos de venta de artículos de consumo, diversificación que la llevaría a ajustarse a la forma estandarizada del cooperativismo de consumo.

En la asamblea del 23 de septiembre de 1928 se reformaron los estatutos para posibilitar la creación de un sistema de caja de ahorros –estrategia financiera que había permitido un sustantivo crecimiento de la cooperativa El Hogar Obrero–; de allí en más, la Caja de Ahorros de Asociados se constituiría en uno de los pilares del financiamiento de “La Obrera”. Reunido el capital necesario, la cooperativa adquirió tres terrenos para la instalación de un almacén.

El 1° de mayo de 1932 se inauguró la sección almacén que rápidamente se amplió para convertirse en la actividad más importante de la cooperativa. Para fines de la década del treinta, una vez conseguida una posición financiera sólida, la Cooperativa Obrera inició su estrategia de expansión en Bahía Blanca. En 1937 anexó a la Cooperativa de Consumidores de Ingeniero White, que se eclipsaba con el estancamiento económico de la localidad portuaria, inaugurando así su Sucursal N° 1 en la ciudad sur del partido.

En octubre de 1942 se instaló un moderno horno de dos cámaras de cocción continua, habilitando simultáneamente nuevos locales para fideería y elaboración de masas y repostería.

La etapa de expansión se consolidó con el alquiler del Almacén Inglés, el más importante de los almacenes privados, ubicado en pleno centro de la ciudad de Bahía Blanca. Este local pasó llamarse la “Casa Central” y quedó inaugurado oficialmente el 24 de setiembre de 1949.

Los años cincuenta fueron una etapa difícil para la Cooperativa Obrera. La inflación, la nueva legislación laboral, la aparición del mercado negro frente a los problemas de escasez y la decisión gubernamental de suprimir la exención del impuesto a las ventas que beneficiaba a las entidades cooperativas complicó considerablemente su situación.

La situación adversa fue superada cuando en 1955 la Cooperativa Obrera incorporó a la Cooperativa Ferroviaria. Esta anexión le permitió aumentar su volumen de ventas, disminuir el peso de los gastos generales e incrementar su patrimonio.

A mediados de los años 60, tras el envío de delegaciones encargadas de estudiar el sistema de autoservicio implementado por El Hogar Obrero, la Cooperativa Obrera optó por introducir tal modalidad en Bahía Blanca. El cambio más importante en esta década fue la transformación de la “Casa Central” en el primer supermercado con autoservicio del sur argentino. Fue inaugurado el 31 de octubre de 1965, al cumplirse 45 años de la fundación de la cooperativa.

A partir de ese momento, la cooperativa fue introduciendo progresivamente el sistema de autoservicio en las sucursales de Ingeniero White, Barrio Almafuerte, Villa Mitre y Noroeste.

En el año 1968 se incorporaron la Cooperativa Eléctrica Bahiense y la de Consumo y Vivienda Limitada entre el personal de Metalúrgica Bahía Blanca, fortaleciéndose tanto el patrimonio económico como el padrón societario.

En los primeros años de la década del setenta se elaboró un “Plan de Desarrollo” que, en una primera etapa, involucró la remodelación de la Casa Central y convirtió el resto de las sucursales al sistema de autoservicio, mejorando su infraestructura. En la segunda fase del plan, se concretó con la instalación de modernos supermercados de gran superficie, ubicados en lugares estratégicos de la ciudad y en localidades vecinas.

La situación económica del país estaba signada por la inestabilidad y por agudos picos de inflación. A la fijación de precios, desabastecimiento y caída del poder adquisitivo de los consumidores, se sumó una ofensiva anticooperativista iniciada por el gobierno constitucional a fines del año 1975 y profundizada por la dictadura cívico militar desde 1976, que eliminó la mayor parte de las exenciones impositivas con que el movimiento contaba desde hacía más de cincuenta años

Durante la década del ochenta la cooperativa continuó aumentando su número de sucursales a nivel regional incursionó en un nuevo sistemas de ventas al establecer un supermercado mayorista para abastecer tanto a los pequeños comerciantes y como a los consumidores finales.

Durante el proceso hiperinflacionario de fines de los ochenta, mientras que los canales habituales de comercialización estaban virtualmente rotos, la Cooperativa Obrera garantizó el normal abastecimiento de Bahía Blanca y toda su zona de influencia.

Superado el traumático proceso hiperinflacionario de fines de los ochenta, la cooperativa ingresaba en una década donde el mundo ya no era el mismo.

A fines de la década del 90, la Cooperativa Obrera debió hacer frente a la competencia de dos cadenas internacionales que se instalaron en Bahía Blanca.

A partir del año 2000 la Cooperativa Obrera inició un proceso de expansión fuera de Bahía Blanca que continúa en la actualidad.

[Tomado de los textos de Mario Raccanello especificados en el área de control]

Confederación Intercooperativa Agropecuaria Cooperativa Ltda. (CONINAGRO)

  • AR-CONIN-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 1956 - actualidad

CONINAGRO (Confederación Intercooperativa Agropecuaria ltda.) es una organización cooperativa de tercer grado que actualmente agrupa a 10 Federaciones cooperativas que a su vez reúnen a las cooperativas del sector agrícola de la Argentina. El primer antecedente de CONINAGRO es el Consejo Intercooperativo Agrario de Coordinación y Arbitraje, creado el 24 de abril de 1953, que pasó luego a llamarse Consejo Directivo Central Inter cooperativo Agrario. En mayo de ese año, mediante el decreto N° 9.358, el Gobierno Nacional reconoció al Consejo Directivo Central “integrado por un representante titular y uno suplente por cada una de las asociaciones cooperativas de segundo grado como entidad representativa nacional del movimiento cooperativo agropecuario”.
El 18 de Septiembre de 1956 este consejo llama a la asamblea constitutiva de Coninagro siendo las federaciones participantes: UCAL, Federación Entrerriana, Federación de Misiones, Fraternidad Agraria, más la Federación Argentina de Cooperativas Agrarias, Asociación de Cooperativas Agrarias Ltda. (fundada en 1950 con el nombre de Asociación de Cooperativas Agrarias Bonaerenses, y que luego se llamó La Unión), Asociación de Cooperativas Agropecuarias Rosafé (fundada en 1954 en Rosario) y Federación Regional de Cooperativas de Río Negro y Neuquén (fundada en 1946).

Coninagro es una entidad que representa y defiende los intereses de los productores asociados y las federaciones que la integran, fundamentalmente mediante propuestas de políticas públicas sectoriales.

Confederación Cooperativa de la República Argentina Ltda. (COOPERAR)

  • AR-CFCoop-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • Fundación: 5 de diciembre de 1962. La Confederación se encuentra activa desde esa fecha.

La Confederación Cooperativa de la República Argentina (en un primer momento llamada COOPERA, y en la actualidad, COOPERAR) fue creada el 5 de diciembre de 1962, con el objeto -expresado en su Estatuto- de “contribuir a promover y consolidar el movimiento cooperativo y difundir los principios de la cooperación libre”. Las entidades fundadoras fueron:
• Asociación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina
• Federación Argentina de Cooperativas de Consumo
• Federación Argentina de Cooperativas de Crédito
• Federación Argentina de Cooperativas de Seguro
• Federación Argentina de Cooperativas Farmacéuticas
• Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas
• Federación de Cooperativas de Crédito, Vivienda y Consumo

Ante las necesidades comunes de las diversas experiencias cooperativas desarrolladas en el país, se crearon federaciones; y, por la necesidad de trabajar mancomunadamente para garantizar el funcionamiento, la solidaridad entre las entidades y la integración de distintos rubros, se creó COOPERAR como entidad de tercer grado. Con su creación se profundizó la integración de las cooperativas en Argentina.
A lo largo de su historia la Confederación debió enfrentar duras circunstancias políticas y económicas que atravesó Argentina, para sobrevivir practicando la democracia en el marco de las dictaduras militares que se sucedieron desde 1955 hasta 1983. Asimismo, los años del neoliberalismo –modelo económico impuesto por la última dictadura militar y profundizado durante la década de 1990-, terminaron con la vida de instituciones centenarias y paradigmáticas del cooperativismo argentino. La dura historia de crisis económicas y gobiernos autoritarios/neoliberales demostró la fortaleza de la herramienta cooperativa, que hoy se constituyó en una referencia habitual de todas las propuestas políticas de base democrática, y que fue adoptada por movimientos sociales en todo el territorio nacional.

Asociación Intercooperativa Regional (AIR)

  • AR-AIR-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 1964 - actualidad

La Asociación Intercooperativa Regional es una entidad de integración horizontal de las cooperativas de Bahía Blanca y su zona de influencia, constituida en 1964 y reconocida por el Instituto Nacional de Acción Cooperativa en 1973. Su antecedente fue la Comisión Intercooperativa de Bahía Blanca, creada en 1942 por impulso de la Cooperativa Obrera. Fueron fundadoras de AIR las 32 cooperativas de diversas actividades existentes en la zona.
La AIR se incorporó a COOPERAR en 1973, y poco después creó el Instituto Regional de Capacitación y Educación Cooperativas IRCECOOP, cuya misión es promover este tipo de actividades.

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