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Entidad colectiva

Alianza Cooperativa Internacional (ACI)

  • AR-ACI-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 1895 - actualidad

Entidad fundada en Londres (Inglaterra) el 19 de agosto de 1895 durante el primer Congreso Cooperativo de carácter internacional. Del mismo participaron aproximadamente 200 delegados de cooperativas de Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Holanda, India, Inglaterra, Italia, Serbia y Suiza.
Es el organismo federativo que representa a las cooperativas de todo el mundo y proporciona una voz global y un foro de conocimiento, experiencia y acción coordinada para los 3 millones de cooperativas que se estima que hay en el planeta.
Entre sus actividades principales está determinar los rasgos centrales de la identidad cooperativa, que van adecuándose a las nuevas realidades del cooperativismo y del mundo a lo largo del tiempo. La última Declaración sobre la Identidad Cooperativa data de 1995.
La sede de la Alianza estuvo en Londres desde su fundación hasta 1982, fecha en que se traslada a Ginebra (Suiza). En 2013 vuelve a trasladarse, esta vez a la ciudad de Bruselas (Bélgica). En 1992 se crean cuatro oficinas regionales de la ACI: África, Américas, Asia-Pacífico y Europa.
La ACI fue una de las pocas organizaciones internacionales que sobrevivieron a las dos Guerras Mundiales. Superar todas las diferencias políticas existentes entre sus miembros fue difícil, pero la ACI pervivió manteniendo su compromiso con la paz y con la democracia y con una posición políticamente neutra. Actualmente, la ACI representa a 1.000.000.000 de personas a través de sus 313 organizaciones miembros en 110 países y es una de las organizaciones no gubernamentales más grandes y antiguas, reconocida por la ONU desde 1946.

Archivo Histórico del Cooperativismo de Crédito

  • AR-AHCC-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 1995 hasta la actualidad

El Archivo fue creado en 1995 a iniciativa de un grupo de dirigentes y funcionarios del Banco Credicoop Coop. Ltdo., para preservar la memoria histórica de las cajas de crédito, de las que el Banco se reconoce heredero y continuador. Con sede en la ciudad de Buenos Aires (República Argentina), en 2008 se constituyó como Asociación Civil.
La necesidad de crear una institución que se ocupe de reunir y conservar la documentación producida por las entidades cooperativas de crédito argentinas a lo largo de su desarrollo para preservarlas y ponerlas a disposición , surge de su particular trayectoria histórica.
Las cajas de crédito, única expresión del crédito solidario que logró trascender en el tiempo, se desarrollaron en tres etapas. La primera abarca desde sus orígenes, a principios del siglo veinte, hasta fines de la década del 50, período en que las entidades se caracterizaron por un funcionamiento cuasi mutual y estar vinculadas mayoritariamente a instituciones de la colectividad judía.
A partir de 1958, la creación del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) provocó una gran expansión en el número y la distribución geográfica de las entidades, y el desarrollo de un nuevo tipo de operatoria. Esto les permitió disponer a las casi 1.000 cajas existentes en 1966 de aproximadamente el 10% de los depósitos del sistema financiero.
Ese crecimiento provocó la oposición de la banca y sectores de la gran burguesía, lo que generó una serie de normativas y acciones restrictivas de parte del Estado, las que se agudizaron durante la dictadura cívico- militar imperante entre 1966 y 1973. Esto causó una grave crisis del movimiento cooperativo de crédito que culminó con una gran reducción en el número de entidades y en su operatoria.
La tercera etapa comenzó cuando la dictadura cívico- militar que tomó el poder en 1976 impuso la “Ley” de Entidades Financieras que prohibió la continuidad de la operatoria de las cajas de crédito, aunque como respuesta a una serie de acciones públicas desarrolladas por el movimiento cooperativo, autorizó su transformación en bancos comerciales bajo forma jurídica cooperativa. Como consecuencia, 273 de las 375 cajas de crédito existentes se transformaron en bancos cooperativos.
A partir de 1979 el cooperativismo financiero fue reduciendo paulatinamente su presencia como producto de la política económica neoliberales y sucesivas crisis económico-financieras. Más de treinta bancos cooperativos desaparecieron en el transcurso de su primera década de existencia. En la década del 90, en el marco de un proceso de concentración y extranjerización del sistema financiero argentino, de los 44 Bancos cooperativos solo sobrevivieron tres. Para preservar la presencia cooperativa en todo el territorio del país, el Banco Credicoop se fue fusionando con diferentes entidades regionales. Producto de ese largo proceso, hoy sobreviven en el Banco Credicoop –única entidad financiera cooperativa argentina- 117 cajas de crédito que en 1979 habían conformado 16 bancos cooperativos.
Los diferentes procesos descriptos fueron en general muy traumáticos para las cooperativas y sus integrantes, además de haber intervenido en los mismos diversas instituciones estatales, por lo que en general no se instrumentaron procesos que garantizaran la preservación de la documentación histórica.
Esto hizo necesaria la creación de este Archivo con el objetivo de recuperar la documentación aún existente: crear fuentes orales; organizar, preservar y ofrecer a la sociedad una fuente de documentación abierta a investigadores e interesados en general; y aportar a la identificación institucional -intelectual y afectiva- de quienes actualmente componen el movimiento cooperativo, desde la recreación del pasado cotidiano.
El Archivo planificó desde el principio la creación sistemática de fuentes orales pues la documentación existente es escasa en cantidad y parcial en cuanto a la temática, ya que corresponde, fundamentalmente, a su faz empresaria y, por lo tanto, informan muy poco sobre las cooperativas como movimientos sociales. Los testimonios orales aparecen entonces como la principal fuente de información en un área de la vida institucional, particularmente rica y compleja. Por otra parte, es en las entrevistas donde aparecen las motivaciones personales, sociales, políticas o sectoriales que sostienen las motivaciones institucionales; el valor asignado ayer y hoy a los acontecimientos sucedidos; los miedos y las esperanzas personales y del colectivo; las dirigencias reales y formales; los temas en debate y los modos de canalizarlos; los circuitos administrativos informales; etc.

Asociación Intercooperativa Regional (AIR)

  • AR-AIR-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 1964 - actualidad

La Asociación Intercooperativa Regional es una entidad de integración horizontal de las cooperativas de Bahía Blanca y su zona de influencia, constituida en 1964 y reconocida por el Instituto Nacional de Acción Cooperativa en 1973. Su antecedente fue la Comisión Intercooperativa de Bahía Blanca, creada en 1942 por impulso de la Cooperativa Obrera. Fueron fundadoras de AIR las 32 cooperativas de diversas actividades existentes en la zona.
La AIR se incorporó a COOPERAR en 1973, y poco después creó el Instituto Regional de Capacitación y Educación Cooperativas IRCECOOP, cuya misión es promover este tipo de actividades.

Biblioteca Obrera "Juan B. Justo"

  • AR-SL-ISAAR-BOJBJ
  • Entidad colectiva
  • 1897- actualidad

La Biblioteca fue fundada el 25 de septiembre de 1897 por quien le da su nombre desde 1928, el Dr. Juan B. Justo, movido por su decisión sarmientina de educar al pueblo, y sobre todo a los trabajadores, en un sostenido empeño creador y civilizador.
La marcha de la Biblioteca -con personería jurídica desde 1913- fue afianzándose con el correr de los años. En 1897 contaba con 54 socios, 300 libros y folletos y 778 lectores en su sala. En 1946 los socios llegaron a 1.114, el caudal bibliográfico alcanzaba a casi 40.000 y el movimiento de libros a 71.246 en su sede, debiendo sumarse los 51.677 llevados a domicilio.
Hasta el 15 de abril de 1953, en que fue asaltada e incendiada la Casa del Pueblo y reducida a cenizas la Biblioteca, la entidad había logrado singularizarse, entre las de carácter popular, como una de las más importantes y eficientes del país.
Llegó a ser una de las bibliotecas sociales especializadas más completas del país, por su bibliografía sobre temas políticos, económicos, sociales y doctrinarios. Era en verdad un centro cultural y normativo, dinámico, abierto, cuya proyección en el medio social fue unánimemente reconocida. Su caudal había alcanzado aproximadamente a 90 mil volúmenes, más un número no igualado de colecciones periodísticas y publicaciones, en especial sobre el movimiento gremial y las luchas políticas y sociales de los trabajadores argentinos y extranjeros.
En 1957, pudo adquirirse la nueva casa y, por la acción incansable de Arturo L. Ravina y sus colaboradores, fue posible inaugurar en 1961, el actual edificio de Av. La Plata 85. De esa manera la Biblioteca resurgía para reanudar su labor educadora, fiel a la enseñanza y el mandato de sus fundadores, que aún hoy persiste en quienes la mantienen y son asiduos o esporádicos concurrentes.
Desde entonces, la biblioteca popular “OBRERA JUAN B JUSTO” ha venido cumpliendo una tarea fundamental de difusión cultural. Primero rearmó sus colecciones –gracias a valiosas donaciones-, luego se insertó en el quehacer del barrio y, finalmente, irradió su trabajo a toda la ciudad.
En los últimos años, además de su tarea específica, brindando información y servicios a alumnos de todos los niveles, como así también a profesionales e investigadores, ha incorporado cursos (idiomas, computación, iniciación literaria, etc.), y actividades culturales que van desde la música al teatro, pasando por el cine, las conferencias o las artes plásticas.

Confederación Cooperativa de la República Argentina Ltda. (COOPERAR)

  • AR-CFCoop-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • Fundación: 5 de diciembre de 1962. La Confederación se encuentra activa desde esa fecha.

La Confederación Cooperativa de la República Argentina (en un primer momento llamada COOPERA, y en la actualidad, COOPERAR) fue creada el 5 de diciembre de 1962, con el objeto -expresado en su Estatuto- de “contribuir a promover y consolidar el movimiento cooperativo y difundir los principios de la cooperación libre”. Las entidades fundadoras fueron:
• Asociación de Cooperativas de Trabajo de la República Argentina
• Federación Argentina de Cooperativas de Consumo
• Federación Argentina de Cooperativas de Crédito
• Federación Argentina de Cooperativas de Seguro
• Federación Argentina de Cooperativas Farmacéuticas
• Federación Argentina de Cooperativas Eléctricas
• Federación de Cooperativas de Crédito, Vivienda y Consumo

Ante las necesidades comunes de las diversas experiencias cooperativas desarrolladas en el país, se crearon federaciones; y, por la necesidad de trabajar mancomunadamente para garantizar el funcionamiento, la solidaridad entre las entidades y la integración de distintos rubros, se creó COOPERAR como entidad de tercer grado. Con su creación se profundizó la integración de las cooperativas en Argentina.
A lo largo de su historia la Confederación debió enfrentar duras circunstancias políticas y económicas que atravesó Argentina, para sobrevivir practicando la democracia en el marco de las dictaduras militares que se sucedieron desde 1955 hasta 1983. Asimismo, los años del neoliberalismo –modelo económico impuesto por la última dictadura militar y profundizado durante la década de 1990-, terminaron con la vida de instituciones centenarias y paradigmáticas del cooperativismo argentino. La dura historia de crisis económicas y gobiernos autoritarios/neoliberales demostró la fortaleza de la herramienta cooperativa, que hoy se constituyó en una referencia habitual de todas las propuestas políticas de base democrática, y que fue adoptada por movimientos sociales en todo el territorio nacional.

Confederación Intercooperativa Agropecuaria Cooperativa Ltda. (CONINAGRO)

  • AR-CONIN-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 1956 - actualidad

CONINAGRO (Confederación Intercooperativa Agropecuaria ltda.) es una organización cooperativa de tercer grado que actualmente agrupa a 10 Federaciones cooperativas que a su vez reúnen a las cooperativas del sector agrícola de la Argentina. El primer antecedente de CONINAGRO es el Consejo Intercooperativo Agrario de Coordinación y Arbitraje, creado el 24 de abril de 1953, que pasó luego a llamarse Consejo Directivo Central Inter cooperativo Agrario. En mayo de ese año, mediante el decreto N° 9.358, el Gobierno Nacional reconoció al Consejo Directivo Central “integrado por un representante titular y uno suplente por cada una de las asociaciones cooperativas de segundo grado como entidad representativa nacional del movimiento cooperativo agropecuario”.
El 18 de Septiembre de 1956 este consejo llama a la asamblea constitutiva de Coninagro siendo las federaciones participantes: UCAL, Federación Entrerriana, Federación de Misiones, Fraternidad Agraria, más la Federación Argentina de Cooperativas Agrarias, Asociación de Cooperativas Agrarias Ltda. (fundada en 1950 con el nombre de Asociación de Cooperativas Agrarias Bonaerenses, y que luego se llamó La Unión), Asociación de Cooperativas Agropecuarias Rosafé (fundada en 1954 en Rosario) y Federación Regional de Cooperativas de Río Negro y Neuquén (fundada en 1946).

Coninagro es una entidad que representa y defiende los intereses de los productores asociados y las federaciones que la integran, fundamentalmente mediante propuestas de políticas públicas sectoriales.

Consejo Intercooperativo Argentino (CIA)

  • AR-CIA-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 1954 - 1998

Órgano de enlace entre COOPERAR y CONINAGRO, que articulaba y representaba a las dos confederaciones cooperativas existentes en la Argentina hasta principios del siglo XXI. Representantes de ambas confederaciones se reunían regularmente para discutir problemas comunes de todo el movimiento cooperativo en el país, proponiendo leyes y cambios al gobierno nacional.
Otra de las funciones importantes de este Consejo fue organizar los Congresos Argentinos de la Cooperación de 1983 y 1989.

Cooperativa Obrera Ltda. de Consumo y Vivienda

  • AR–CObre-ISAAR
  • Entidad colectiva
  • 31/10/1920 - actualidad

En respuesta a un nuevo aumento del precio del pan por parte de los industriales panaderos de Bahía Blanca, el 1º de agosto de 1920 un grupo vecinos de Bahía Blanca formó la “Comisión de estudios pro-fundación de la Cooperativa Molinera, Panadera y Anexos”. Muchos de ellos eran trabajadores de los talleres del Ferrocarril Bahía Blanca Noroeste. Los trabajadores Juan Apella y Victor Maronna fueron los impulsores de estos primeros intentos de organización.

De un comité de propaganda presidido por Maronna a principios de octubre de ese mismo año, más de cincuenta personas cotizaron el peso de cuota de ingreso que los convertía en asociados fundadores de la cooperativa. Este comité llamó a una Asamblea Constitutiva, que ser realizaría el domingo 31 de octubre de 1920 en el local del Centro Israelita.

El 31 de octubre quedó entonces constituida la cooperativa, que tendría la finalidad de adquirir trigo, molerlo, panificarlo, elaborar sus derivados y hacer consumir sus productos a los asociados, sin fines de lucro. El 21 de noviembre de 1920 fue bautizada con el nombre de “Sociedad Cooperativa Obrera Limitada (Molinera, Panadera y Anexos)” (CO).

Después de debatir sobre la posibilidad de alquilar o comprar una panadería en funcionamiento, el 14 de agosto de 1921 se resolvió producir el pan en un edificio construido especialmente y apto para su ampliación. El edificio, con su correspondiente horno se terminó de construir a mediados de marzo de 1922; luego de instalar una amasadora y sobadora SIAM, la cooperativa estaba en condiciones de iniciar la producción de pan.

El 1° de mayo de 1922 la panificadora construida por la Cooperativa Obrera producía sus primeros kilos de pan, demostrando que se podían vender a 23 centavos, por debajo del precio al que se podía encontrar en otras panaderías de la ciudad. Así fue que la cooperativa comenzó con su función de reguladora de precios o empresa testigo en el mercado bahiense.

Desde ese momento, tres jardineras (con el tiempo se sumarían varias más y su tránsito sería una escena cotidiana en la ciudad de Bahía Blanca) recorrerían a diario la ciudad, distribuyendo el pan en los hogares de los asociados. Luego de extender su recorrido hasta Puerto Galván y Aldea Romana, al año siguiente se instrumentó el servicio en Ingeniero White como forma de conseguir más asociados en esa localidad y en Villa Rosas. Las jardineras dejaron de circular por Bahía Blanca en agosto de 1965; paulatinamente fueron reemplazadas al abrirse veinte “eslabones”, pequeños despachos de pan diseminados por la ciudad y atendidos mediante un sistema de concesión a asociados seleccionados.

A partir de las gestiones del diputado provincial Agustín de Arrieta, la Cooperativa Obrera obtuvo su personería jurídica por decreto del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires de fecha 7 de marzo de 1923.

La cooperativa fue objeto de campañas de difamación –la más recordada fue una publicación anónima titulada “El Viejo Vizcacha”, que refería a supuestos desfalcos de la entidad, al aprovisionamiento inadecuado, la explotación de los trabajadores y una desfavorable situación financiera–. La Cooperativa Obrera Limitada enfrentó estas campañas creando su propio órgano de prensa y también con la elaboración de un boletín oficial, llamado “La Cooperación” (lanzado en marzo de 1923), que buscaba poner a los asociados en relación directa con el Directorio y con el rumbo de la organización, difundiendo simultáneamente la doctrina cooperativa –un antecedente de lo que hoy es su revista mensual “Familia Cooperativa”–. En la revista también aparecieron propuestas de los asociados con respecto a emprendimientos en los que debía incursionar la cooperativa, tales como la venta de leña y de sal o la compra de un molino harinero (propuestas postergadas hasta que se fortaleciera la situación financiera).

Con la sanción de la Ley Nacional N° 11.380 de 1926, el cooperativismo se benefició con el sistema de créditos especiales del Banco de la Nación Argentina y del Banco Hipotecario, así como con la exención de los impuestos nacionales de papel sellado y timbrado (para gastos de constitución, reconocimiento, registro y funcionamiento) y de las contribuciones sobre el valor de los edificios e instalaciones y de patentes.

En el marco del “Régimen Legal de las Sociedades Cooperativas” la Cooperativa Obrera se inscribió en el registro nacional de sociedades cooperativas -registro que actualmente es responsabilidad del INAES- el 13 de septiembre de 1929, con la matrícula N° 14871 .

En su segundo quinquenio (1925-1930), la Cooperativa logró estabilizarse. El paso más trascendente de esta etapa –que marcaría el destino de la Cooperativa Obrera– fue la extensión de las actividades a los ramos de venta de artículos de consumo, diversificación que la llevaría a ajustarse a la forma estandarizada del cooperativismo de consumo.

En la asamblea del 23 de septiembre de 1928 se reformaron los estatutos para posibilitar la creación de un sistema de caja de ahorros –estrategia financiera que había permitido un sustantivo crecimiento de la cooperativa El Hogar Obrero–; de allí en más, la Caja de Ahorros de Asociados se constituiría en uno de los pilares del financiamiento de “La Obrera”. Reunido el capital necesario, la cooperativa adquirió tres terrenos para la instalación de un almacén.

El 1° de mayo de 1932 se inauguró la sección almacén que rápidamente se amplió para convertirse en la actividad más importante de la cooperativa. Para fines de la década del treinta, una vez conseguida una posición financiera sólida, la Cooperativa Obrera inició su estrategia de expansión en Bahía Blanca. En 1937 anexó a la Cooperativa de Consumidores de Ingeniero White, que se eclipsaba con el estancamiento económico de la localidad portuaria, inaugurando así su Sucursal N° 1 en la ciudad sur del partido.

En octubre de 1942 se instaló un moderno horno de dos cámaras de cocción continua, habilitando simultáneamente nuevos locales para fideería y elaboración de masas y repostería.

La etapa de expansión se consolidó con el alquiler del Almacén Inglés, el más importante de los almacenes privados, ubicado en pleno centro de la ciudad de Bahía Blanca. Este local pasó llamarse la “Casa Central” y quedó inaugurado oficialmente el 24 de setiembre de 1949.

Los años cincuenta fueron una etapa difícil para la Cooperativa Obrera. La inflación, la nueva legislación laboral, la aparición del mercado negro frente a los problemas de escasez y la decisión gubernamental de suprimir la exención del impuesto a las ventas que beneficiaba a las entidades cooperativas complicó considerablemente su situación.

La situación adversa fue superada cuando en 1955 la Cooperativa Obrera incorporó a la Cooperativa Ferroviaria. Esta anexión le permitió aumentar su volumen de ventas, disminuir el peso de los gastos generales e incrementar su patrimonio.

A mediados de los años 60, tras el envío de delegaciones encargadas de estudiar el sistema de autoservicio implementado por El Hogar Obrero, la Cooperativa Obrera optó por introducir tal modalidad en Bahía Blanca. El cambio más importante en esta década fue la transformación de la “Casa Central” en el primer supermercado con autoservicio del sur argentino. Fue inaugurado el 31 de octubre de 1965, al cumplirse 45 años de la fundación de la cooperativa.

A partir de ese momento, la cooperativa fue introduciendo progresivamente el sistema de autoservicio en las sucursales de Ingeniero White, Barrio Almafuerte, Villa Mitre y Noroeste.

En el año 1968 se incorporaron la Cooperativa Eléctrica Bahiense y la de Consumo y Vivienda Limitada entre el personal de Metalúrgica Bahía Blanca, fortaleciéndose tanto el patrimonio económico como el padrón societario.

En los primeros años de la década del setenta se elaboró un “Plan de Desarrollo” que, en una primera etapa, involucró la remodelación de la Casa Central y convirtió el resto de las sucursales al sistema de autoservicio, mejorando su infraestructura. En la segunda fase del plan, se concretó con la instalación de modernos supermercados de gran superficie, ubicados en lugares estratégicos de la ciudad y en localidades vecinas.

La situación económica del país estaba signada por la inestabilidad y por agudos picos de inflación. A la fijación de precios, desabastecimiento y caída del poder adquisitivo de los consumidores, se sumó una ofensiva anticooperativista iniciada por el gobierno constitucional a fines del año 1975 y profundizada por la dictadura cívico militar desde 1976, que eliminó la mayor parte de las exenciones impositivas con que el movimiento contaba desde hacía más de cincuenta años

Durante la década del ochenta la cooperativa continuó aumentando su número de sucursales a nivel regional incursionó en un nuevo sistemas de ventas al establecer un supermercado mayorista para abastecer tanto a los pequeños comerciantes y como a los consumidores finales.

Durante el proceso hiperinflacionario de fines de los ochenta, mientras que los canales habituales de comercialización estaban virtualmente rotos, la Cooperativa Obrera garantizó el normal abastecimiento de Bahía Blanca y toda su zona de influencia.

Superado el traumático proceso hiperinflacionario de fines de los ochenta, la cooperativa ingresaba en una década donde el mundo ya no era el mismo.

A fines de la década del 90, la Cooperativa Obrera debió hacer frente a la competencia de dos cadenas internacionales que se instalaron en Bahía Blanca.

A partir del año 2000 la Cooperativa Obrera inició un proceso de expansión fuera de Bahía Blanca que continúa en la actualidad.

[Tomado de los textos de Mario Raccanello especificados en el área de control]

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